A grandes rasgos, podríamos diferenciar dos tipos de originales: los que han sido publicados y los que no. Comenzaremos con los primeros:
Entre los distintos tipos de material utilizado para crear alguna parte de un cómic, los más importantes y valorados son las mismas páginas originales que los artistas dibujaron y entintaron con sus propias manos. Una de las cosas que primero nos llamará la atención de estos originales es su tamaño. Generalmente, los artistas disponen de la ventaja de trabajar a un tamaño mayor del que luego tendrán las páginas impresas del cómic. Los formatos originales utilizados son de un tamaño similar a un formato A3, aunque luego el tamaño varia un poco dependiendo de la editorial, los formatos utilizados para las carátulas, splash pages, etc.
En la mayoría de los formatos de páginas utilizados veremos una impresión generalmente en azul, donde el artista rellena varios campos: sus nombres, título de la colección, número, página, etc. y posiblemente, el nombre de la editorial. El trabajo suele estar dentro de un cuadro que casi abarca toda la superficie de la página, delimitando la zona que se utilizará para el cómic. El espacio restante en los bordes puede incluir elementos como la firma del autor, anotaciones, etc.
(encabezado de una página original) |
(página original pintada con acuarela por Esad Ribic) |
Existe otro material utilizado en la creación de las páginas de cómic que también se colecciona, como los propios acetatos o las guías de color (color guide), donde el colorista hacía las pruebas en una copia a tamaño comic de la página, en la que pintaba y anotaba las referencias de cada color. Lógicamente, estos elementos no se consideran tan valiosos como las páginas originales de los artistas, pero no dejan de tener su encanto, y más hoy en día donde todos estos procesos se hacen ya de forma digital. Una guía de color dificilmente superará los 100 euros excepto, quizás, casos contados.
(color guide) |
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