Lo que atesoramos en nuestras colecciones, cada una de nuestras queridas piezas son algo único e irrepetible. Pero muchas veces, para conseguir esos originales hemos "sufrido" lo indecible. En cualquier otro tipo de coleccionismo, si se te va de precio o se pierde alguna pieza, te pones a buscar otra igual. Aquí, en lo nuestro, el tren pasa solo una vez y si se pierde, ese original colgará de las paredes de otro hogar.
Por eso, cuando se nos da la divina oportunidad de optar por una pieza, a veces necesitamos tiempo para prepararnos, ahorrar, planificar una subasta y esperar...
Y durante esos espacios de tiempo, muchas veces uno intenta desconectar de esta propia afición para evitar otras tentaciones que nos desvíen la atención (y los dineros) de esa pieza codiciada que se nos ha puesto entre ceja y ceja. Y un servidor, que intenta seguir ese camino, abandona temporalmente todo lo relacionado con este mundillo, incluido, desgraciadamente, este blog.
Así que, cuando veáis que pasa el tiempo y no actualizo, salvo causa mayor, lo más probable es que esté de caza, detrás de alguna pieza bastante importante, al menos para mi nivel.
Así que mis sinceras disculpas y... ¡buena caza!
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