domingo, 27 de diciembre de 2015

La grandeza del cómic

El cómic, considerado el noveno arte, no siempre ha sido tratado como tal. De hecho, disciplinas aparecidas posteriormente, como el cine o la fotografía, se llevaron las denominaciones (séptimo y octavo arte respectivamente) que por cronología, le pertenecían.

En España, el caso ha sido todavía más sangrante y sigue manteniéndose en la actualidad. Aquí, el cómic, también llamado "Tebeo" por la influencia de la revista TBO, siempre ha sido algo menor, algo para niños y adolescentes, sin ningún tipo de carga artística ni narrativa. Dibujitos para los nenes. Algo parecido a lo que ha pasado siempre con el cine de animación o con los videojuegos.


Pero lo que estas mezquinas mentalidades, con ideas preconcebidas y cerradas, no se molestan en comprobar es que este arte puede llegar a tener más sensibilidad que una poesía, más emoción que una novela y más acción que el cine.


Como prueba, vamos a aportar nuestro granito de arena, con un original de nuestra colección, dibujado por Ron Frenz y entintado por Al Milgrom. Pertenece al número 450 americano de la colección "The Mighty Thor".





Observemos con detenimiento la página: Es un momento dramático en la historia. El intercambio de viñetas durante la conversación telefónica es puro lenguaje comiquero. El héroe que se despide de las pocas personas que ama antes de embarcarse en una lucha de la que no sabe si saldrá vivo. La lluvia, la noche, el contraste entre el oscuro y húmedo callejón con la cálida y acogedora habitación, el "zoom" a los ojos del hombre atormentado, el tratamiento de la luz y la oscuridad, el comienzo de la página, con el personaje en la cabina y el final, con la cabina vacía, el plano inalterable en las viñetas de la mujer frente al acercamiento gradual del punto de vista en las del hombre, los tonos oscuros en torno a los ojos en la novena viñeta...

Además, están los diálogos, en los que se intuye que la chica es la ex-mujer del héroe. A la cual le pide que se despida de su hijo y que le diga que lo ama. Además, la llama "princesa", con lo cual deja entrever que todavía siente amor por ella.



Página publicada


Y esto, señores, es una "simple" página de un tebeo. Nada, cosa de niños...


Quitémonos el sombrero ante el señor Frenz.


enlace CAF


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