sábado, 16 de febrero de 2019

Descansa en paz

Mucho tiempo ha transcurrido desde las últimas actualizaciones, durante el cual han pasado muchas cosas, tanto a nivel personal como nuevas adquisiciones y acontecimientos de actualidad. Los otros los dejaremos para más tarde y en esta entrada nos centraremos en uno de éstos últimos, una noticia que no por esperada estaba exenta de tristeza y nos dejaba a todos con una gran sensación de pérdida y desolación.

Y es que, el 12 de noviembre del 2018, fallecía Stan Lee a los 95 años de edad. Sí, Stan Lee. Nuestro Stan Lee.




Seguramente las nuevas generaciones lo conocerán por los simpáticos cameos en las nuevas películas donde aparecían superhéroes de Marvel, por ser productor ejecutivo de la mayoría de estas películas, las cuales han generado beneficios de decenas de miles de millones de dólares o, por ser el creador de la reciente serie "Lucky Man".

Pero si un hombre nonagenario es capaz de hacer algo como todo eso, ¿cuál sería su potencial en edades más jóvenes y fértiles? pues casi nada: la creación, junto a otros genios, del universo Marvel, si no en su totalidad como mucha gente cree, sí la base, los cimientos, los superhéroes más importantes, destacados y sobre los cuales se han ido inspirando todos los sucesivos personajes de nueva creación, herederos de las creaciones de Stan Lee y su equipo.


Stan Lee y Jack Kirby a la izquierda, en una reunión de The Cartoonist Society en 1966.

A todos estos superhéroes se les rodeó de una mística, una historia, una vida, personajes secundarios (o no tan secundarios) como sus villanos, amantes, amigos, familiares, socios... cuya riqueza argumental y dramática superaba todo lo visto hasta la fecha. Aquel grupo de visionarios con Stan Lee a la cabeza no creaban a unos tipos que aparecían, repartían estopa, se cargaban a los malos y se quedaban con la chica mientras todo el mundo los aplaudía. No. Para aquellos personajes, en la mayoría de casos, sus poderes eran más una pesada e insoportable losa que una bendición.

Además, todos aquellos héroes estaban enlazados unos con otros, Spider-Man y Daredevil compartían aventuras (ambos campean por Nueva York) y hasta villanos, como el pobre Kingpin, que tenía que soportar a estos dos cansinos. Además, estaban aquellos multitudinarios crossovers en los cuales se juntaban multitud de personajes y cuyos acontecimientos siempre tenían grandes consecuencias en las historias individuales de cada participante.


Stan Lee y John Romita desarrollando las historias de
Spider-Man después de la marcha de Steve Ditko.

Así nació el universo Marvel, de la mano de un equipo de genios con Stan Lee a la cabeza o como cabeza visible, nunca como único creador todopoderoso, como mucha gente injustamente ha llegado a creer. De hecho, han habido muchas disputas por la autoría de personajes e historias con otros colosos creativos de su equipo, como eran Jack Kirby o Steve Ditko, por ejemplo.

Hay mucha controversia sobre quien creó qué cosa. Mucha gente le atribuye más relevancia creativa, por ejemplo a "The King" Kirby que al propio Stan Lee. De hecho, es imposible que, en aquella época de tamaña efervescencia creativa, con una brutal expansión de personajes y colecciones, una persona que ejercía de editor jefe, guionista y publicista de la compañía (Lee) pudiera ser partícipe de todo lo que se creaba.


Pero lo que sí está fuera de toda duda es de que, sin Stan Lee, ese universo Marvel no sería lo que es actualmente (o, más importante todavía, lo que ha sido).

Así que con vuestro permiso, aprovecho estas páginas para despedir emotivamente a este hombre, sin el cual, mi infancia, adolescencia y, por extensión, mi vida, no hubiera sido la misma. Descansa en paz, genio.