martes, 17 de noviembre de 2015

Mis griales: Pumby y el secreto del Lago Seko (I)

Esta entrada está dedicada a uno de los grandes personajes de mi infancia.

Los niños de mi generación tuvimos la gran suerte de estar rodeados de cómics (nosotros los llamábamos "tebeos"). Para mí eran la fuente principal de entretenimiento. En aquella época, con dos canales de televisión, la emisión de las series de "dibujos animados" era bastante reducida. Los fines de semana en la sobremesa y, entre semana, como mucho teníamos el "Barrio Sésamo". De los videojuegos apenas conocíamos su existencia y el cine era algo reservado a una o dos ocasiones al año.

Sin embargo, los cómics siempre estaban ahí: en el cajón del escritorio, escondidos bajo la almohada, dentro de la mochila del colegio... En los quioscos, los aburridos colores blancos de los periódicos contrastaban con los vivos tonos de las portadas de las revistas infantiles: Mortadelos, Zipi y Zapes, Pulgarcitos, Tio Vivos, DDTs, Don Mikis, TBOs, Jaimitos y, como no, los Pumbys.




La gran mayoría de las historias de los tebeos, especialmente de la editorial Bruguera, seguían las directrices del "porrazo y persecución": Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, El Botones Sacarino, Anacleto Agente Secreto, Carpanta, Rompetechos... todos estos personajes eran maltratados una y otra vez por sus autores para sacar unas risas a los jóvenes (y no tan jóvenes) lectores.

Sin embargo, los personajes de la revista Pumby no se limitaban al trompazo como Leitmotiv. Sus historias eran verdaderas aventuras, no aquellos sucedáneos de tragedias como las de los demás personajes. El abanderado de estas publicaciones era el personaje que le daba nombre a la revista: el gatito Pumby.




No hay duda de que a José Sanchís Grau, su creador, le gustaban los niños. Pocas personas han pasado por esta existencia derrochando tanta imaginación como él. Al leer sus obras, uno se sumerge en su particular universo lleno de detalles, criaturas, paisajes... ¡Con qué amor trataba a sus personajes y cuán agradable y reconfortante era su lectura! Recuerdo de niño pensar tantas y tantas veces cuánto me hubiese gustado vivir en aquellos mundos y compartir aventuras con Pumby y sus amigos.




Pumby nació en 1954 como una historia de una sola página titulada "Un Perrero con Mucha Vista", la cual fue publicada en el número 260 de "Jaimito". A partir de abril del año siguiente, sus aventuras vieron la luz en su propia revista: "Pumby", en la que las primeras páginas correspondían a las aventuras del gatito y las siguientes a otros personajes creados por los autores de la Editorial Valenciana. En diciembre de 1959 apareció la revista "Super Pumby", con un formato similar a la anterior, aunque en esta publicación, en las aventuras de Pumby, éste adquiría superpoderes al beber zumo de naranja.




Es muy difícil conseguir originales de los cómics españoles de nuestra infancia. Encontrar páginas de Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, Superlópez, El Botones Sacarino, entre otros, es sumamente complicado, por no decir imposible. La gran mayoría de los originales se los quedaron las editoriales y gran parte de ellos se suponen desaparecidos (o destruídos, en el peor de los casos). Así que nunca me imaginé con un original de Pumby en mi colección.

Pero, buscando por Internet encontré a la venta... ¡Una historia completa! ¡y con su portada! Cuando fui a recogerla en persona, no me lo creía. ¡Tenía una carpeta llena de originales de uno de mis cómics preferidos! La sensación es indescriptible.

Y aquí en este blog os presento, muy orgulloso, mis originales. Corresponden al número 94 de "Super Pumby", publicado en 1971.




La historia se titula "El secreto del Lago Seko". Consta de nueve páginas, ya que las historias de Super Pumby eran más largas que las de la revista Pumby y normalmente eran autoconclusivas.




















Estos originales ocupan un lugar especial en mi colección; al igual que, de niño, el personaje y sus aventuras ocuparon un lugar especial en mi pequeño corazoncito.

En una próxima entrada, desvelaremos lo que ocultan estos originales en la parte trasera, así que si no queréis perdéroslo, ¡estaos atentos al blog!

jueves, 12 de noviembre de 2015

Las "falsas" páginas

Si hace unos días ampliábamos el tutorial sobre los distintos tipos de originales publicados, con esta entrada completaremos un poco más su otro tutorial hermano, el de los tipos de originales no publicados, donde explicamos lo que eran las commissions y los sketches.

El caso es que uno, navegando por internet, se puede encontrar a la venta muchas commissions ya realizadas, generalmente por equipos de dibujantes (como los mismos chicos del Ed Benes Studio, habituales del blog). Prácticamente todos estos artistas ponen sus obras en Ebay.

En alguno de estos grupos, entre los numerosos dibujos sexys de la Gata Negra, Dejah Thoris y la Princesa Peach (entre muchas otras), a veces podemos encontrarnos con alguna "interior page", "splash page" o incluso portadas.




La sospecha aparece cuando miramos la descripción del artículo. Ninguna referencia al cómic publicado... ¿cómo puede ser? y además, ¿cómo puede ser tan barata una página publicada? la respuesta es simple, esas páginas nunca han sido publicadas y deben ser consideradas como una especie de commission en forma de página interior, portada, etc.

Y debemos ser conscientes de que realmente no nos están engañando. De ninguna manera. Somos nosotros los que, al ver una página llena de viñetas, ya suponemos que es algún original publicado, y no tiene por qué.

De hecho, son páginas con la misma calidad (o más) que las publicadas, con un precio mucho más reducido. Como muestra de ello podemos contemplar las páginas que acompañan a esta entrada, de nuestra colección. Son obra del artista brasileño Joe Pimentel, las cuales considera como meros ejercicios, ejercicios con una calidad impresionante.




No obstante, no todas las páginas interiores, portadas, etc. que estos equipos ponen a la venta son de estas características. Muchos de estos artistas dibujan y/o entintan incluso para las editoriales más prestigiosas y, como el resto de dibujantes, suelen poner sus obras originales a la venta.




Queda en vuestra mano, como siempre os recomendamos, el investigar a fondo cualquier adquisición que hagamos. Con toda la información que nos ofrece Internet, no nos debería llevar más de unos cuantos clics de ratón.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Starfire por Alecsandro

Hace unos meses os presentamos un Batman de Alecsandro, dibujante perteneciente al Ed Benes Studio. En aquella ocasión prometimos enseñar algunas féminas dibujadas por este artista. Ahora ha llegado el momento...

Con todos vosotros, Starfire:




enlace CAF

viernes, 6 de noviembre de 2015

Acerca de las "blue lines"

Como complemento al tutorial sobre los distintos tipos de originales publicados, vamos a centrarnos en el concepto de "blue lines", qué son y en qué nos pueden afectar a la hora de comprar una página original.

Más que de "blue lines", deberíamos hablar de "inks over blue lines". Esta frase en inglés o algo muy similar la habremos leído alguna vez en la descripción de algún original. Su traducción al español sería algo así como "tintas sobre líneas azules".

Y, ¿qué son esas blue lines? Vamos a explicarlo por partes:

Antes, los dibujantes y entintadores trabajaban en el mismo soporte. El dibujante hacía su trabajo, más o menos detallado y el entintador realzaba de ese dibujo las imágenes que todos conocemos en los cómics. Ese suele ser el original típico, el que tiene el trabajo de dibujo y entintado todo en uno.

Pero llegaron los avances digitales, el tratamiento por ordenador de la imagen, internet... y la forma de trabajar también cambió. Ahora, Fulanito, dibujante australiano, podía hacer su trabajo en Sidney y enviarle por e-mail su dibujo escaneado a Benganito, entintador estadounidense, que en su estudio de Manhattan lo pasaba a "blue lines", lo imprimía y lo entintaba. Asimismo, una vez finalizado, Benganito escanearía ese entintado y lo enviaría al colorista, al rotulista, a la editorial o a donde fuese.

¿Por qué pasarlo a blue lines (líneas azules)? Porque el color azul no es reproducido a la hora de crear el máster para impresión. En este video-tutorial de Jonathan Glapion, que ha sido entintador de la colección de Batman, se explica el proceso en Photoshop para transformar el escaneo enviado por el dibujante en "blue lines" para su posterior impresión y entintado a mano:




En estos casos, tanto el dibujante como el entintador venderán sus trabajos por separado, uno con los lápices y el otro con las tintas sobre las "blue lines". Con el coleccionismo de originales, estos artistas se pueden sacar un sobresueldo vendiendo sus creaciones a los coleccionistas. Ingresos de la editorial e ingresos de los coleccionistas por un mismo trabajo.

Esta forma de trabajar se empezó a llevar a cabo aproximadamente a partir del año 2000. Si el original que vamos a comprar está entintado y más o menos entra dentro de esa fecha orientativa, tendremos que asegurarnos que no estamos comprando sólo el trabajo del entintador.


Con una simple foto macro al original y una posterior ampliación, podemos ver claramente cómo se nota que
las líneas azules han sido impresas y que los trazos del entintado son naturales.


También hay que tener en cuenta que no en todos los casos se trabaja así. Hay equipos que todavía trabajan a la antigua usanza. Además, muchos dibujantes emplean lápices azules y eso nos puede llevar a confundirlos con las "blue lines".


Portada original dibujada y entintada por Emilio Laiso. En este caso, la utilización de
lápiz azul puede llevar a confundirla con un original de tintas sobre "blue lines".


Por eso es importante saber lo que se está comprando. Debemos verificar si en la descripción del artículo aparecen palabras como "blue lines", "inks over print", etc. También es recomendable comprar en sitios de confianza, como directamente a los artistas, a sus marchantes, a dealers de confianza, etc.

Tampoco debemos despreciar estos originales que contienen el trabajo artesanal de los entintadores, cuyo resultado final es el que se ve en los cómics publicados, aunque lógicamente, su precio debe ser menor que el de un original que ha sido dibujado y entintado.